jueves, julio 21, 2005

Yo me quedo en Guayaquil

Por Manuel Ignacio Gómez Lecaro
Diario EL UNIVERSO - Guayaquil, Ecuador

Con tus veranos calientes, tus inviernos ardientes. Con tu pana, tu ñaño, tu brother, tu man. Tu español sabroso que suena a jotas y nunca a eses. Con tus negros, tus indios, tus mestizos, tus blancos. Con tus rubias oxigenadas, tus flacas operadas, tus escotes al sol. Con tu ropa última moda, tu peinilla en el bolsillo, tu vacile a la pelada, tu caminar de bacán. Con tus sábados chuchaquis; tus domingos de iglesia, fútbol, siesta. Con tus busetas al vuelo, tu “no pase”, tu “pite y pase”. Tus conductores sabidos, tus vigilantes más sabidos. Con todo y a pesar de todo no dejamos de venir y caminamos orgullosos por las calles de Guayaquil.

Con tus abuelos de guayabera en tus parques y tus mall. Con tus mujeres que caminan con mirada decidida, ignorando los silbidos y el grito de mamashita. Con tus malabaristas, tus limpia-parabrisas, tu niño robot, tus vendedores de lo que sea en cada semáforo. Con tu grito amarillo en el Monumental, tu gol de cabeza en el Capwell, tu match point en la arcilla. Con tus iguanas en el parque, tus perros sin dueño, tus nubes de grillos en invierno. Con tu Guayas inmenso, tu Malecón tan moderno, tu Rotonda, tu reloj siempre en hora. Que despeguen vacíos los aviones a Madrid, que no nos movemos de Guayaquil.

Con tus sinvergüenzas de corbata, tus banqueros en fuga, tus asaltos express. Tu Elsa, tu Abdalá, tus pipones, tu PRE. Con tus autos suicidas, tus peatones toreros, tu tráfico a las seis. Tus vecinas chismosas, tu botox, tu comidilla social. Con tus evangelistas, tus católicos, tus mormones. Con tus vírgenes en altares, tus santos en el taxi, tus “Cristo te ama” en todas partes. Tus fanatismos, tus supersticiones, tu brujería. Con ellos y a pesar de ellos se está muy bien aquí, mientras damos un paseo por Guayaquil.

Con tu arroz con menestra, tu encebollado, tu quáker, tu cebiche, tu bolón. Tu Chifa, tu shawarma, tu hamburguesa en el Chino, tu empanada. Con tu biela, tu Trópico, tu whisky, tu ron. Tus lagarteros de madrugada, tu merengue bien agarrado, tu reggeaton en minifalda, tu pasillo desgarrador. Con tu Urdesa, tu Bastión, tu Santa Ana. Tu Guasmo, tu Centro, tu Centenario, tu Alborada. Tu norte, tu sur, tus esteros, tus ríos, tus cerros. Sírvete un trago, hermano, y súbele la música a mil, que esta noche nos la pegamos por Guayaquil.

Con tus empresas siempre despiertas, tus comerciantes, tus fábricas, tus obreros, tus oficinas, tu dinero, tu motor. Con tu rechazo a los impuestos, tu sospecha del político, tus pedradas al centralismo. Tus Juntas Cívica y de Beneficencia, tus cámaras, tus voluntarias, tu dar y tu ayudar. Madrugamos al trabajo y empezamos a competir; hacemos empresa, futuro y patria en Guayaquil.

Con tu sillón de Olmedo, tu Municipio, tu León, tu Nebot. Tu 25 de Julio, tu 9 de Octubre. Con tu saludemos gozosos, tu madera de guerrero, tu aurora gloriosa, tu perla que surgiste. Con tu grito de autonomía. Tu espíritu independiente. Tu “ahora o nunca”, tu “más ciudad”. Que se inunde el cielo de banderas celeste y blanco, que la autonomía se ve venir, que ahora mismo nos la jugamos por Guayaquil.

Con tu mañana que ya es hoy, con tu hoy que ya es ayer. Con tu progreso que viene corriendo, tu independencia que no se posterga. Con tu firmeza que nadie engaña. Con tus sueños, tus proyectos, tu realidad. Yo me quedo en Guayaquil. Nos quedamos a hacer ciudad. A hacer país.

1 comentario:

Camila dijo...

Nunca fui a Ecuador y por eso seria bueno ir, aunque no se cuales ciudades. Guayaquil tengo buenas recomendaciones y por eso me gusta informarme bien en internet. El año pasado trate de conseguir en internet vuelos a madrid y pude pasar unas vacaciones en España hermosas