jueves, abril 06, 2006

Antigringos

Por Manuel Ignacio Gómez Lecaro
Diario EL UNIVERSO – Guayaquil, Ecuador


Bush se ha ganado olímpicamente el odio e irrespeto de millones de personas alrededor del mundo. Muchas de ellas, en nuestro país, protestan hoy contra el TLC. El TLC se vuelve una excusa para atacar a Estados Unidos, el Darth Vader de la película internacional.

Para el creciente grupo anti Estados Unidos el tema de fondo no es si el TLC es bueno o malo para el país, o cómo resolver el tema de la Oxy. El asunto es sencillo: Bush malo = Estados Unidos malo = multinacionales gringas malas = TLC malo. Si el tratado fuese con la Unión Europea, China o quien sea, seguro casi nadie saldría a protestar. Los europeos y los chinos nos caen bien (por ahora). Pero los gringos desgraciados, que nos viven negando la visa todos estos años, merecen nuestro frontal rechazo.

A mí personalmente me disgusta Bush. Dirige un gobierno plagado de decisiones erradas, improvisaciones, meteduras de pata, hipocresía, y una sangrienta guerra a nombre de dudosos intereses. Me molesta el gobierno de Bush. Pero el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos es una oportunidad que no podemos dejar pasar.


No voy a oponerme a vender más a nuestro principal socio comercial solo porque su presidente es incompetente. No voy a juzgar a los empresarios gringos con quienes haremos más negocios solo por quien ocupa temporalmente la Casa Blanca. Si a los habitantes de un país se los juzga por sus presidentes, no quiero ni saber cómo nos ven a los ecuatorianos. Pobre de nuestra reputación e imagen. Si ser equiparado a Bush es malo, serlo a un Abdalá, Lucio o Palacio es realmente aterrador.

Está de moda levantar la bandera antiyanqui. Y para esto contamos con el apoyo de Chávez y sus petrodólares. Un reciente reportaje del New York Times estima que el gobierno de Chávez gasta alrededor de 3 mil millones de dólares al año en ayuda y contribuciones a sus vecinos. Chávez compra bonos a Argentina, vende petróleo barato a los países del Caribe, envía cerca de 100.000 barriles diarios a Cuba a cambio de médicos y otros servicios, provee gasolina con un 40% de descuento a los habitantes pobres del Bronx, en Nueva York, y hasta auspicia a una de las escuelas de samba en el Carnaval de Río. ¡Cómo no querer a Chávez y unirse a su cruzada antigringa! Si bien el Presidente venezolano está en todo su derecho de ayudar a nuestros países, como lo hacen los países desarrollados, ¿acaso no tiene suficientes problemas y miseria casa adentro como para repartir billetes con olor a gasolina, vanidad y propaganda por toda América Latina?

Muchos que se oponen al TLC lo hacen en todo su derecho tras un análisis serio del mismo. Lastimosamente vemos cada vez más a esta masa antiyanqui liderando las voces contra el tratado. Dudo que mediten su postura y diferencien al Gobierno de Estados Unidos del tratado comercial. Queda esperar que el Gobierno gringo intente recuperar su popularidad perdida. Que nuestro Presidente y el siguiente no se dejen llevar por este sentimiento antiyanqui que tiene mucho de pasión e irracionalidad, y muy poco de cabeza. Y que sepan consolidar responsablemente la relación entre ambos países.

No hay comentarios: