jueves, diciembre 06, 2007

Buscando esa voz

La aplastante mayoría gobiernista en la Asamblea Constituyente presenta una oportunidad para darle una voz a la oposición. Es verdad que el voto de la oposición se ahogará en el oleaje de votos de Alianza PAIS. No tendrá ningún efecto en el texto de la nueva Constitución o las decisiones que se tomen estos meses en Montecristi. Pero al mismo tiempo, los oídos de distintos sectores del país y los micrófonos de los medios de comunicación están abiertos y atentos a lo que la oposición tenga que decir.


La Asamblea es la oportunidad para que surja esa voz que hoy está callada. Esa voz que explique por qué este socialismo que pretende establecer el gobierno no es la solución. Esa voz que alerte a esa mayoría que levantará las manos en bloque para aprobar lo que propongan Correa y Acosta, sobre el grave retroceso que significa implantar un modelo estatista y centralista. Esa voz que muestre con argumentos sólidos cómo progresan los países en los que el Estado no se impone, no acapara, y no asume funciones del sector privado; sino que brinda el apoyo y las facilidades para que los individuos y el sector privado florezcan. Esa voz que presente las propuestas para una Constitución que nos garantice libertad y condiciones para progresar.

El voto de esa voz será insignificante. No le hará cosquillas a los votos de la mayoría. Pero se haría escuchar. Captaría la atención de todos.

El problema es que por más que buscamos esa voz frontal, coherente, preparada y carismática, no la encontramos. Dentro de la Asamblea, la oposición se pierde entre partidos que representan el pasado político que queremos dejar atrás y nuevas voces sin fuerza y presencia suficiente. Fuera de la Asamblea, Jaime Nebot, la principal voz de oposición en estos días, se limita todavía a una oposición local, sin miras a convertirse en voz nacional.

Las voces de partidos como el Prian y Sociedad Patriótica no se pueden llamar de
oposición. Son voces sin definición, que según las conveniencias suenan a derecha, a izquierda, o a puro populismo. No son constructivas. El Partido Social Cristiano tiene voces jóvenes, pero que suenan débiles todavía. Por otro lado, voces como la de León Roldós, si bien son respetadas, no despiertan mayor entusiasmo.

Quedan entonces los representantes de los movimientos nuevos. De esos, tal vez Mae Montaño sea la que mayor presencia nacional y atención general tenga para representar a la oposición seria en la Asamblea. Junto a ella, Pablo Lucio Paredes es quien con mayor coherencia y claridad podría explicar al país por qué el modelo de Correa y Acosta no apunta al progreso.

Ojalá emerja esa voz. De lo contrario, los asambleístas de la mayoría del Gobierno impondrán su discurso sin escuchar argumentos contrarios que al menos los haga pensar antes de votar en masa.

Los micrófonos están abiertos para esa voz que tome el liderazgo de la oposición. Estamos atentos. No queremos que pasen casi diez años, como en Venezuela, para que finalmente las circunstancias obliguen la aparición de una oposición con fuerza suficiente, que impida la profundización de un modelo socialista que camina para atrás.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente análisis y creo que todos estamos a la expectativa de que surja el personaje que equilibre fuerzas en el País.