jueves, marzo 15, 2012

Triste oposición


Veo por la tele a Fabricio Correa presentando las firmas al Consejo Nacional Electoral para inscribir su movimiento político. Fabricio, el de los contratos, el descaro, la burla, el desprecio hacia su propio hermano, pretende dirigir este país. Nos vamos dando una idea del triste nivel de oposición que nos espera en las próximas elecciones.

Ahora veo a Andrés Roche gritando y lanzando monedas a sus opositores. La nueva generación de las guayaberas repite los gritos, los insultos, la pelea de quién es más macho aquí. Esa actitud que debería quedar enterrada en el vergonzoso pasado político de este país, junto a los cenicerazos y los puñetes en el Congreso, se repite, sigue vigente. Nebot, por su lado, continúa cayendo en el juego del que grita más fuerte, del “aquí mando yo”. Pero aquí ya no queremos competencias de quién le pega más duro a la mesa, queremos una nueva oposición.

Ahora escucho a Lourdes Tibán. Es frontal, directa y muchas veces dice las cosas como son. Pero luego la escucho mejor y me da vergüenza pensar que así, con esos términos, con esos insultos, habla un asambleísta de este país. Me entristece pensar que esa es la oposición que intenta frenar los abusos del Gobierno.

Y desfilan por las cámaras los otros. Lucio Gutiérrez habla de libertad y democracia como si pudiéramos borrar de nuestros recuerdos la actuación del dictócrata en su paso por Carondelet. Y el eterno candidato Álvaro Noboa publica cada cierto tiempo unos comunicados que producen una terrible vergüenza ajena. Y desfilan otros personajes de oposición con pasados tan oscuros que deslegitiman sus reclamos.

Esos opositores se la ponen fácil a este Gobierno. Correa continúa muy campante, acaparando todos los poderes del Estado. Las pocas voces serias y con propuestas de la oposición, se pierden entre personajes tan parecidos a los de este Gobierno.

Justo cuando encuentro a algunos opositores serios, resulta que comparten las ideas socialistas más extremas. Son los que ahora protestan contra los contratos mineros, de los pocos aciertos impulsados por este Gobierno para generar nuevos empleos, inversiones y desarrollo.

Hay quienes opinan que ante un presidente con tanto poder, que vende su imagen día a día despilfarrando nuestro dinero, que ataca sin piedad, y que domina el show de la burla y el insulto televisado, se deben utilizar las mismas armas. Pero ya vemos que no ha funcionado. Una oposición inteligente, de ideas y propuestas claras, y que convoque a la unidad antes que la pelea, puede funcionar mejor. Nos estamos hartando de tanto escándalo. A Correa se lo puede frenar con una actitud contraria a la suya, siendo respetuosos, tolerantes y conciliadores.

Como si este Gobierno no nos avergonzara lo suficiente, cierta oposición parece esforzarse por superarlo. Salvo excepciones, tenemos una oposición vacía, sin ideas, propuestas, ni ideología. Es lo que hay. Esa es la oposición de hoy. Por ahora, no nos queda otra que depender de ellos para frenar los abusos y absurdos de este Gobierno. Pero no es la oposición que podemos apoyar en las próximas elecciones.

Necesitamos urgentemente una nueva oposición. No queremos votar nuevamente por el mal menor.

1 comentario:

Norton dijo...

En ta caso, deberíamos hacer lo contrario: demostrar cómo y de qué manera Correa y los avergonzantes políticos que mencionas son "lo mismo" frente a una opción de oposición seria y moderada. Porque ahora, se juega (y el Gobierno con su poder mediático va a seguir promoviendo esa fábula) a que todos los que no son Correa son "lo mismo" (un ejemplo: decir que los indígenas son financiados por organizaciones de extrema derecha. Decir, NO probar, por supuesto).

Hay que demostrar a la gente en qué medida Correa y los otros payasos son lo mismo... como oposición, repito, a gente seria y consciente. Pero hace falta encontrarla. Yo creo que sí es posible.