jueves, junio 14, 2007

Mi poder en la publicidad

Mi sobrino de cuatro años quería que su cumpleaños fuera de “Correa”. Si los niños decoran sus cumpleaños con los personajes de Cars, Toy Story o Shrek, ¿por qué no hacerlo con este simpático señor que aparece a cada rato sonriendo en la televisión?, pensaba mi sobrino.

Ya imaginábamos el mantel verde, altivo y soberano; la piñata con caramelos lúcidos y chocolates ardientes, y la torta decorada con el rostro de Correa y el eslogan ‘La fiesta ya es de todos’. Todo un cumpleaños socialista para este siglo XXI.

Más allá de lo chistoso que era escuchar a mi sobrino planear su fiesta correísta, este caso destaca un hecho: el nombre de Correa nos llega por todos lados con su millonaria campaña publicitaria. Hemos perdido la cuenta de las veces al día que escuchamos en la televisión, en la radio camino al trabajo, o leemos en los diarios, revistas y páginas web que la patria ya es de todos. Y como una mentira repetida muchas veces se convierte en realidad, debe ser cierto entonces lo que nos dicen…

El Gobierno gasta sin control en su imagen. Cuando la plata no es de uno, no hay pena en derrochar. Nos cuentan de Socio País, que la patria es de todos, que duplicaron el bono, y nos hacen escuchar Patria tierra sagrada más que La vida Loca de Ricky Martin en su época de mayor éxito.

Lo último es la promoción con Alegro. El Gobierno pone a la empresa pública de celulares a su servicio. Enviando un mensaje descargas gratis el ring tone de la canción Patria. Y para informar de esta patriótica promoción, malgastan nuestro dinero en toda una campaña en medios. Este Gobierno cree que todo ente o institución pública le pertenecen. Y como tal, lo pondrá a su servicio, sea este Alegro, la Junta Bancaria, el Tribunal Constitucional o el que sea necesario. Las instituciones del sector público al servicio del Socialismo del siglo XXI.

El Gobierno maneja su relación con los medios desde dos frentes. Por un lado están las críticas constantes a la prensa. Por otro lado, el Gobierno se convierte en el principal benefactor de los medios. Los llena alegremente de publicidad a ver si así logra ganar su simpatía y moderar las críticas.

¿Continuará este despilfarro del dinero de los ecuatorianos? ¿Tendrá este Gobierno la suficiente decencia y honestidad para suspender su publicidad, al menos durante la campaña a la Asamblea Constituyente? ¿O usará fondos públicos para apoyar a sus candidatos y así romper la supuesta igualdad de condiciones impuesta con la prohibición al financiamiento privado de las campañas?

El Presidente dijo que continuaría indefinidamente en campaña. Sí que lo está haciendo. Y con el dinero de todos los ecuatorianos. El país tiene demasiadas necesidades como para despilfarrar tanta plata en promocionar el eslogan presidencial. Mientras los pativideos muestran que la patria sigue siendo de los amarres y arreglos secretos, la publicidad “altiva y soberana” nos insiste otras cosas. Mucha imagen, poco contenido. Difícil de creer.

Mi sobrino se cansó, ya no quiere su cumpleaños de Correa. Ahora prefiere otro personaje verde más auténtico, como Shrek.

2 comentarios:

Romulo Lopez dijo...

Que pena que ya no quiere el cumpleaños con Correa, yo andaba entusiasmado con los palazos que la piñata (con la figura de Correa) iba a recibir.

Kojudo Mayor dijo...

Lo triste del asunto es que el sobrinito está tan alienado, que, o es víctima de la propaganda oficialista, o es englobado por el mercantilismo yanki.

Don Manuel Ignacio, recalque los valores cívicos y el sentimiento de orgullo nacional en su sobrino. Persuádalo de que es preferible disfrazarse de pelucón u oligarca porteño. Al menos va de acuerdo a la zona geográfica. Y en lugar de "piñata", "haga ollas encantadas", llenas de ilusiones e invite a los niños que aún chapotean en el estero salado.

Ayude a que su sobrino se descontamine de "Chrec", "Toi estoris", pues esa es mala influencia consumista. Inculque tradiciones nuestras. No reneguemos de la identidad nacional, mal que aqueja a este pobre dolido pueblo. Enséñele a que le ponga la cola al burro Rafael. Evite al pedorro ogro verde.