jueves, noviembre 20, 2008

En buena compañía


Se ven bien esas fotos de Rafael Correa reunido con empresarios guayaquileños el martes pasado. Por un momento, esas imágenes nos hacen olvidar que se trata del mismo Presidente que despotrica contra el sector privado cada vez que puede. Y nos hace creer que sí podemos tener un presidente y un gobierno que entiende que solo uniendo fuerzas con todos los sectores, sobre todo el productivo, podemos salir adelante.

Son pocas las oportunidades que podemos ver a Correa en esa compañía. Sería bueno que fuera más seguido. Todos aprenderían de la experiencia. Se conocerían y descubrirían que no son tan malos como piensan.

Por ejemplo, al conversar con más empresarios, Rafael Correa entendería que no todos son explotadores o evasores de impuestos como él pensaba. Que hay muchos buenos empresarios que quieren ver a su país prosperar y que solo buscan trabajar, producir, generar empleo, competir, y claro, ganar dinero. Correa vería que los empresarios son sus principales aliados en la lucha contra la pobreza y en la generación de oportunidades. Comprendería, con mayor claridad, que en el apoyo y promoción del sector empresarial está la clave. Y quién sabe, después de conocer bien a más empresarios, tal vez terminaría avergonzado de tanto insulto pasado contra la clase empresarial, y haría el compromiso de dejar esa confrontación atrás.

Igual podría suceder por el lado de los empresarios si conocieran más de cerca al Gobierno. Verían que hay mucho que pueden hacer juntos. Que ese Correa conflictivo puede quedar atrás como un lejano personaje electoral, para dar paso a un presidente Correa constructivo.

Hace pocos días, Rafael Correa había dicho que esta reunión con empresarios no era para ayudarlos a ellos, sino para proteger las plazas de trabajo de miles de ecuatorianos que podrían perder sus puestos ante la crisis mundial. Dijo que apoyaría a los empresarios solo para ayudar a sus empleados, como excusándose ante sus seguidores por estar junto al sector productivo. ¿Le preocupa acaso que lo vean con esas compañías?

Esta reunión seguramente no se hubiera dado si no fuera por la crisis financiera mundial, la caída del precio petróleo y todas esas tormentas que se vienen encima. El Gobierno anunció una serie de medidas para que el sector productivo pueda superar los efectos de la crisis. Fue una reunión reactiva ante un problema. Sería bueno que estas reuniones se dieran sin necesidad de crisis. Que se dieran porque ambas partes entienden que juntos, Gobierno y sector privado, pueden lograr más.

Imaginemos. En su próxima cadena radial el Presidente dice que su gobierno cree en el sector privado y es un aliado de los empresarios. Que los empresarios son el motor de este país. Que su gobierno admira y promueve la innovación y el emprendimiento que se da en el sector empresarial. ¿Podemos imaginarlo?
A veces las crisis nos hacen despertar, ver nuestros errores y cambiar de rumbo. Este encuentro con los empresarios es una buena señal. Que no quede ahí. Que vaya más lejos. Que el próximo sábado, el Presidente no borre con alguna de sus desatinadas y destructivas declaraciones el acercamiento que se empezó a construir en Guayaquil.

Estaremos atentos a la siguiente foto.

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