jueves, septiembre 16, 2010

Leyendo el PP en Alba Airlines

Los gobiernos de la ALBA pretenden crear una aerolínea para fomentar el turismo entre los países del bloque. Yo no me subo ni pagado a un avión controlado por Chávez, Correa y Morales.

El embajador de Bolivia en Venezuela dijo que “viajar de Venezuela a Europa cuesta menos que el boleto entre La Paz y Caracas y eso no es un incentivo al turismo…”. Por lo visto, no entiende que a la mayoría de venezolanos simplemente no les interesa viajar a La Paz. Podemos pronosticar grandes pérdidas en esta aerolínea dedicada a ofrecer vuelos vacíos.

Nuestros socialistas del siglo XXI dicen no creer en el mercado. No creen que el ser humano deba buscar el lucro personal. Como dijo Rafael Correa al elogiar “el indudable éxito cubano” en La Habana: “…de nada vale el talento humano con cada quien buscando su fin de lucro… cada quien con su proyecto personal”.

Atacan a las empresas exitosas y al mercado. Pero al mismo tiempo juegan a empresarios creando empresas con plata que no es de ellos.

Una empresa destinada a despilfarrar nuestra plata y fracasar es PP El Verdadero, el nuevo periódico estatal. Aquí lo tengo. Me llega gratis. No crean que botaría 40 centavos comprando algo que yo mismo financio con mis impuestos. No conformes con los más de diez medios que hoy controlan en el Gobierno, ahora salen con su propio tabloide. Cuando se trabaja con plata ajena es fácil dárselas de empresario.

¿Si un grupo empresarial puede tener varios medios, por qué no el Gobierno?, fue el argumento que escuché a una asambleísta de Alianza PAIS. No entiende que el empresario trabaja con su propia plata y bajo su propio riesgo. Si le va bien, ganará más plata, generará empleo e impuestos. Si le va mal, él cae solo. En cambio, nuestros funcionarios de turno no arriesgan su dinero en sus experimentos empresariales. Gastan el nuestro. Y cuando les va mal a estas empresas públicas, como suele suceder, se llevan sus sueldos, sus bonificaciones y sus “comisiones” sin perder ni un minuto de sueño. Y todos pagamos su ineficiencia.

Ahí está Alegro. Más de doscientos millones de dólares desperdiciados. Correa prometió vender o cerrar la empresa si seguía en esa situación. No cumplió su palabra. Las pérdidas de Alegro ahora se esconden bajo la falda de la CNT.

Correa y sus amigos bolivarianos sueñan con una burocracia que no existe. Creen que estas empresas de todos, o sea de nadie, pueden funcionar. Mientras despotrican contra los empresarios privados, reparten puestos en sus crecientes empresas públicas.

No necesitamos que el Gobierno se meta a “competir” con el sector privado malgastando nuestra plata. No queremos nuevos diarios, ni teléfonos ni aerolíneas públicas. El sector privado ya cubre muy bien nuestra demanda en esos y otros espacios. Sí necesitamos más escuelas, hospitales, seguridad. ¿No era este el Gobierno con enfoque social?

En el mundo ideal de Correa, todos viajaríamos en Alba Airlines, leyendo el PP luego de haber apagado nuestros celulares Alegro. Pero su utopía estatista no sucederá. No con su Gobierno. No con otros gobiernos. ¿Cuántos millones de dólares más despilfarrarán hasta entenderlo?

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