jueves, febrero 16, 2012

Cómplices y lambones


¿Se puede ser parte de este Gobierno y mantenerse al margen de los abusos del presidente contra periodistas? Parecería que para formar parte de este Gobierno es requisito apoyar estos juicios escandalosos que no tuvieran lugar en un país civilizado. ¿Existe algún funcionario o asambleísta del Gobierno que diga lo que realmente piensa? ¿Miedo de opinar, lambonería, o convencimiento de que todo lo que hace el “número uno” está bien?

No me refiero solo a esos que están siempre cerca del presidente. A esos ya los conocemos. Poco esperamos de ellos. Me refiero también a los otros. A los que se unieron a este gobierno y continúan en él, no solo por un sueldo y poder, sino porque sinceramente quieren servir y tienen las credenciales para hacerlo. Esos que deberían sentirse incómodos y alarmados con los juicios abusivos y los escándalos que en Carondelet pretenden ocultar.

Los Angeles Times, The New York Times, The Miami Herald, The Washington Post, El Tiempo de Colombia, O Globo de Brasil, y más diarios han expresado su rechazo a los abusos en Ecuador. A ellos se unen organizaciones como la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA), la SociedadInteramericana de Prensa, Reporteros Sin Fronteras, Human Rights Watch, Pen International que rechazan y critican duramente el intento de Correa de silenciar a la prensa. ¿Cuántos más deben pronunciarse para que aquí entiendan que esto no es un complot internacional, sino un legítimo reclamo ante la terrible injusticia que viven varios periodistas?

¿Y qué hacen al respecto nuestros funcionarios? Apoyan al jefe. Unos repiten su discurso de los sábados. Otros escriben cartas a los diarios y organizaciones diciendo que aquí no pasa nada. Otros lo acompañan a las audiencias, avalando el abuso con su presencia. Otros, que incluso fueron periodistas o editorialistas, prefieren ser cómplices con su silencio. No quieren perder sus privilegios. A ellos se suman periodistas de medios del Gobierno que defienden estos abusos que antes hubiesen rechazado a toda voz. Cambian su defensa de la libertad de expresión por la defensa de sus puestos.

Rafael Correa inicia y lidera los ataques a la prensa y periodistas, pero lo hace con un coro de funcionarios, ministros y asambleístas que lo apoyan, que le dan fuerzas. Correa gana confianza y aumenta su ceguera ante sus abusos gracias a esos que no se atreven a contradecirlo. Bastarían unas pocas voces dentro de su gobierno que le digan de frente y públicamente el mal que está haciendo, que le expresen su desacuerdo, para que tal vez entienda su error. Mientras el poder camine entre lambones y cómplices, no le alcanzarán todos los espejos de Carondelet para ver el reflejo de ese monstruo que ha creado.

Afortunadamente no son todos. Ahí están los jóvenes de Ruptura que tuvieron la frontalidad para hacerse a un lado y denunciar los abusos. Seguro otros cómplices pronto se darán cuenta, aunque algo tarde, del Gobierno al que pertenecen y lo abandonarán.

Cuando este Gobierno haya pasado, que no vengan los lambones y cómplices de hoy a hablarnos de democracia, tolerancia y libertad de expresión. Son parte del abuso. Eso no lo olvidaremos.

1 comentario:

JAD dijo...

¿Han dicho algo los de Ruptura sobre estos juicios? Sabía que se separaron cuando la última consulta, pero eso es nuevo para mí... ¿tienes algún enlace?

Gracias.